jueves, 24 de julio de 2014

Cincuenta sombras de Grey: Subiendo la temperatura.



Y por fin, después de meses de retrasos e incertidumbres, llega a las pantallas de los cines la esperada adaptación del best-seller de E. L. James: Cincuenta sombras de Grey. Uno de los fenómenos editoriales de los últimos tiempos.

Y cómo no ser adaptada al cine. Ahora tendremos que ver si la película está a la altura de la historia que se explica en el libro.

Una hitoria sexual y sensual hasta extremos insospechados, donde un montón de tabúes se rompen y el mundo del sado abre sus puertas.

Anastasia Steele es una joven e inocente estudiante de periodismo que decide hacerle un favor a una amiga: entrevistar a Christian Grey, uno de los más jóvenes y ricos empresarios del momento. No está muy convencida de esa entrevista y más cuando empieza a sentirse irresistiblemente atraída por la enigmática y arrolladora personalidad de Grey.

Apabullada por ese carisma, Anastasia cae rendida a sus pies y a su total control. Pronto descubre que los gustos sexuales de Christian soy muy especiales.

Desde ese momento Anastasia no puede escapar de ese sórdido mundo de seducción, poder, sumisión.
Una historia sobre los límites, el erotismo en contraposición de la inocencia de Anastasia y la arrolladora personalidad de Grey.

Personalmente, no he leído en años un libro tan mal escrito, con una historia tan aburrida y que el único mérito, si puede llamarse de alguna manera, es que te mantiene en constante tensión sexual.

Si a la película le quitas esas escenas porno que aparecen en el libro, a ver qué nos espera. Porque, que yo sepa, no estamos ante una peli pornográfica. ¿verdad?

Unos de los estrenos del año que una servidora no piensa ir a ver al cine (ni aunque me inviten)

Un dato: la protagonista es hija de Melanie Griffith y Don Johnson.

Un proyecto ambicioso y arriesgado que seguro que dará mucho de que hablar. Más que nada por lo polémico.








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